Pastel de frutas navideño

 
Un pastel de frutas secas inspirado en la receta de Peggy Porschen (Boutique de pastelería), inspirado pero no exacto, porque no encontré cerezas enteras glaseadas. Seguro que le aportan una frescura especial. Tampoco usé jarabe de melaza, sino miel, y en vez de azúcar moreno oscuro usé panela (melaza molida...creo). En lo demás, intenté seguir la receta. Es un pastel más fácil de lo que parece, aunque se hace largo porque hay que hacerlo en varios días. No hice la decoración, muy laboriosa y digna de un profesional; además, para conseguirla hace falta un molde de silicona muy especial (lleva un ciervo de pasta de azúcar para modelar) y abundante colorante dorado.

 
Usé un molde desmontable de 20 cm de diámetro, y la mezcla del bizcocho la preparé en el robot My Cook, aunque (dicen) es mejor usar una batidora de palas.
 
Lo comimos enseguida, pero lo suyo es ir bañándolo con whisky poco a poco, durante unos días, y luego cubrirlo con el mazapán y el fondant, para asegurar su conservación.
 
 
Ingredientes:
Para la mezcla de frutas: 150 gr de uvas pasas (de Málaga), 80 gr de arándanos secos, 200 gr de pasas sultanas, 120 gr de orejones de albaricoque, 90 gr de higos secos (de los que tienen forma de pera, no de los turcos), 30 gr de guindas en almíbar, ralladura de medio limón, 50 gr de miel, 60 ml de whisky.
Para el pastel: 2 huevos pequeños, 90 gr de azúcar moreno (panela, en mi caso), 120 gr de mantequilla a temperatura ambiente, 30 gr de almendras molidas, 90 gr de harina, 1/4 de una cucharadita de canela, una pizca de nuez moscada, una pizca de sal.
Para la decoración: una cucharada de confitura (de albaricoque o de naranja), 500 gr de mazapán, 500 gr de fondant blanco, azúcar glass para la encimera y un poco de Crisco para amasar el fondant.
 
 
Primero, corté las frutas grandes en trozos y las puse en un bol grande con la miel y el whisky, todo bien revuelto. Estuvieron toda la noche.
 
Al día siguiente preparé la masa. Empecé por precalentar el horno a 130º y preparé el molde con un disco de papel en la base, y mantequilla por las paredes.
 
Batí en un cuenco, con un tenedor, los huevos con la panela. Se disuelve bien. En el vaso del robot, con la paleta colocada en las cuchillas, monté la mantequilla con la harina de almendras, a velocidad 3. La recete indica que no se airee demasiado. Poco a poco, a la misma velocidad, añadí la mezcla de huevos y azúcar. Añadí las especias y la harina y mezclé 10 segundos a velocidad 4.
 
Eché la masa en el bol de la fruta y mezclé con una cuchara de madera. Vertí en el molde y alisé con una espátula mojada. Procuré que no quedaran huecos y golpeé el molde un par de veces con la mesa.
 
Estuve en el horno una hora, y eso que en la receta original dice hasta dos y a 140º...
 
Después de sacarlo lo dejé reposar 10 minutos y luego lo volqué en una rejilla. La cara buena será la parte de abajo. Cuendo estuvo frío, lo envolví bien en film de plástico y lo guardé en la nevera. No tenía tiempo de decorarlo.
 
Para hacer la cobertura, empecé por pincelar el pastel con mermelada caliente.
 
Estiré el mazapán en la mesa, espolvoreada con azúcar glass. Lo dejé demasiado fino, por no calcular bien el disco que necesitaba. El grosor bueno es medio centímetro, así absorbe las irregularidades del pastel. Levanté el mazapán con el rodillo y cubrí el pastel, dejándolo caer con cuidado y aplastándolo por arriba y por los bordes con las manos. Corté el sobrante con la punta de un cuchillo afilado, justo por el borde de abajo.
 
Ahora el fondant. Para que quede bien (ya aprendí) hay que amasarlo bien con las manos, y si está seco y duro, con un poco de Crisco en las manos, que es lo que yo hice (también vale spray desmoldante). Lo estiré hasta 4-5 mm de grosor. Levanté la pasta con el rodillo y cubrí el pastel. Es algo más difícil de manejar que el mazapán, porque es muy blanco y se agrieta antes (no sé cómo se quitan las grietas!). Corté el borde por abajo.
 
Usé un trozo sobrante de fondant para hacer la decoración, tres estrellas cortadas con un cortapastas y marcadas con un sello.
 
Aquí, el pastel sobre nuestro puzzle navideño, "El beso" de Hayez
Crítica:
Está suculento. Sabroso y algo pesado, claro, para comer un trocito pequeño... me encanta la fruta remojada en licor, y también sin remojar, así que este pastel me gusta. Aunque no es como el que hace mi tía Paqui, el suyo es mejor, más jugoso. Lo comí hace tiempo, pero mira cómo me acuerdo... A M. no le gusta el fondant, en cambio el mazapán sí. Para el año que viene, sólo lo cubriré con mazapán.


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