Tarta de cumpleaños rosa


Es una tarta de bizcocho de cacao rellena de nata vegetal al cacao y cubierta de fondant. El motivo Minnie Mouse, a petición de la madre de la criatura, pero la decoración era sencilla. No tuve tiempo para más. Me decidí por las orejas de ratón, el lazo y un fondo rosa con topos blancos.
 
No es que fuera necesario hacer una tarta libre de gluten y lactosa, pero aproveché la ocasión.
 
La nata vegetal: a evitar. Todas las marcas, buenas o regulares, ofrecen lo mismo, mucha química, mucha grasa (grasa vegetal muy hidrogenada) de lo que resulta un producto dulce, avainillado e indestructible. No se baja y no necesita nevera. Vale para un día, como si te apetece un helado de cucurucho de cualquier marca comercial, pero yo no lo tomaría por costumbre. Lo mismo digo de la margarina; aunque la mantequilla tampoco es saludable, la prefiero.
 
La harina: usé 60% de harina de arroz y 40% de la harina panificable de Mercadona, que aunque es casi toda Maizena, es más manejable porque lleva bicarbonato y otros ingredientes. 100% de esta harina no es recomendable para bizcochos, es demasiado seca, al menos en mi opinión. Para pan supongo que bien.
 
La leche: de soja. No me gusta tampoco. La escogí a conciencia para evitar sucedáneos, bebidas a base de y otros inventos. Después (de hacer la tarta) me acordé de una receta de bizcocho de cacao al agua en la que no es necesaria leche de ninguna clase. Muy recomendable.
 
El cacao: puro de Valor. Una maravilla. Como antes de cubrir la tarta con fondant es necesario ponerle ganache de chocolate para igualarla, usé un chocolate negro para fundir de Mercadona que aunque no lleva harina ni leche, tampoco está garantizado para alérgicos; pequeño fallo que se solucionaría con tiempo para buscar un producto más adecuado.

El fondant: esta pasta de azúcar la hay sin gluten, se encuentra en las tiendas de repostería.
 
Para un molde de 26 cm de diámetro, el bizcocho me quedó algo pequeño, lo hice de tres huevos e iba mejor de cuatro.  Así que es la receta que voy a poner.

 
Para el bizcocho:
- 220 gr de margarina
- 400 gr de azúcar blanca
- 4 huevos
- 400 gr de harina (240 gr de arroz y 160 gr de harina panificable sin gluten de Mercadona)
- 120 gr de cacao Valor
- 1 sobre de levadura de Mercadona
- 400 ml de leche de soja
+ almíbar hecho con 1 vaso de agua y medio de azúcar, más un trozo de cáscara de limón.

Para el ganache:
-200 gr de chocolate negro especial para fundir o de repostería
- 200 ml de nata sin lactosa (por ejemplo Kaiku) o nata vegetal
 
Para la mousse de chocolate:
- 1/2 l de nata vegetal Ambiante
- 2 cucharadas colmadas de cacao puro Valor
 
Para la decoración de fondant:
- Una pastilla de 250 gr de fondant negro (sobrará un poco)
- Una pastilla de 250 gr de fondant blanco (también sobrará)
- Una pastilla de 1 k de fondant rosa claro (usé 2/3)

La tarde anterior, preparamos la masa del bizcocho y los detalles de fondant. Empezamos precalentando el horno a 160º (en mi caso, con aire) y preparando el molde con un disco de papel de horno en el fondo y margarina o spray desmoldante por las paredes.

En el robot o con un tamiz, mezclamos bien la harina, el cacao y la levadura, y lo apartamos. Ponemos a batir la margarina a temperatura ambiente a velocidad 4 (en la Taurus My Cook) y añadimos el azúcar. Montará, pero poco. A la misma velocidad vamos incorporando los huevos de uno en uno. Luego echamos la mitad de los ingredientes secos, seguimos con la leche y terminamos con los ingredientes secos. Echamos en el molde y lo golpeamos contra la encimera para que salga el aire. Horneamos unos 50 minutos o hasta que al pincharlo el palito salgo seco. Dejamos el bizcocho 10 minutos sobre una rejilla. Desmoldamos sobre la misma rejilla, volcándolo. Lo dejamos enfriar del todo y lo guardamos dentro de una bolsa de plástico.

Espolvoreamos Maizena en la mesa bien limpia y en un rodillo pequeño. Hice el lazo (que es muy fácil, hay muchos tutoriales) con fondant rosa y topos blancos fundidos, las orejas y las siluetas de Mickie Mouse en negro. Los dejé al aire para que endurecieran.

Por la mañana, preparamos el almíbar para mojar el bizcocho hirviendo unos minutos el agua, el azúcar y la cáscara de limón. Preparamos también el ganache: calentamos la nata, echamos el chocolate en trozos y apagamos. Después de un minuto, removemos con una cuchara de madera hasta que se deshaga y esté brillante. Lo dejamos enfriar, para utilizarlo la textura debe ser como de Nocilla. Mientras enfría, partimos el bizcocho en tres pisos, serrando la chepa, que no se utiliza. Hay varias formas, yo me tuerzo menos con un hilo. Es importante señalar con palillos cada piso para luego alinearlos bien cuando montemos la tarta. Separamos los pisos y los mojamos con el almíbar varias veces, sin apurar.

Montamos 1/2 l de nata en el robot, añadimos el cacao y dejamos que quede bien firme, casi como una crema de mantequilla. Ponemos un poco de ganache en una manga pastelera de boquilla pequeña (4 mm, por ejemplo). Colocamos en piso más bajo en el plato (en mi caso, de cartón). Hacemos un borde de ganache, como un cordel para que la nata no se salga. Echamos nata en abundancia y alisamos con una espátula. Ponemos el segundo piso y lo mismo. Terminamos con el tercero (la base del bizcocho) y embadurnamos toda la tarta con ganache, alisándolo lo mejor posible con la espátula. Guardamos la tarta en la nevera para que endurezca bien. La sacaremos justo antes de ponerle el fondant.

Limpiamos bien la mesa, los utensilios y el plato de la tarta para que no queden restos de chocolate. Estiramos un trozo de fondant blanco y cortamos los lunares con la parte ancha de una boquilla. Amasamos el fondant rosa por trozos y los juntamos luego en una bola grande. Estiramos hasta que tenga unos 3 mm. Con las dos manos lo levantamos y lo posamos centrado en la tarta. Estiramos para ajustarlo a los laterales. Cortamos el sobrante con un cuchillo de punta afilada. Alisamos y pulimos con la paleta especial, la que parece de albañilería. Este paso ayuda mucho al aspecto de la tarta. Pegamos los adornos con un pincel mojado en agua. Como no tenía moldes de letras, las hice con churritos negros.


Crítica
La decoración era facilísima, lo único que me dio la lata fue que mojé mucho el bizcocho (ya lo corregí en la receta) y estaba un poco blando. La nata vegetal es muy consistente y permite hacer una capa gruesa, que al corte es vistosa. No tengo fotos de cómo era por dentro, no pude ir a la fiesta.


 
 

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