Mi primera tarta con decoración fondant
Mi primera tarta con decoración fondant... y muuucha ayuda.
Hice (hicimos) esta pocholada de tarta en un taller que se celebró en Ferrol. El objetivo: copiar una tarta con decoración navideña de fondant. En el taller éramos cuatro alumnas y dos profesoras, espero que no les importe que hable de sus plataformas: Berta (sweetlikerockets) y Tere (lavecinadelprimero). Se dedican desde hace algunos años a hacer tartas fondant y otras delicias de repostería creativa. Y lo mejor es que son de aquí y dan cursos a menudo. Para aprender hay que formarse. Soy aficionada a la cocina y autodidacta, pero hay cosas que hay que aprender. Sobre este tema podríamos debatir y debatir: cómo aprendemos y qué cosas es necesario aprender copiando y probando. En su lenguaje las profesoras me recordaron a los carpinteros y a otros artesanos.
No fue la primera tarta fondant que hice, pero dije que era la primera, porque la que hicimos entre mi hermana y yo para el cumpleaños de mi sobrino no cuenta. Casi toda es obra de mi hermana... desde luego hizo todo el trabajo de detalle.
Necesitaba que me explicaran todo paso a paso. Desde cortar el bizcocho, bañarlo con almíbar, rellenar, el ganache de chocolate... y desde luego cubrir la tarta con fondant, que tiene su aquel. Truquitos, truquitos, ahora me explico por qué me salían mal tantas cosas. No puedo explicar aquí cómo se hace, de verdad creo que es imposible.
Esta tarta no se ve por dentro, aún no la hemos probado, pero seguro que está rica. El bizcocho, un madeira sponge cake al caramelo, es pesado, pero va bien regado con almíbar. Insistieron en este punto, y en que hay otros bizcochos adecuados algo más ligeros. El relleno es nata vegetal con sabor y olor a leche merengada, una pasta de Home Chef (apta para celíacos). Estuve investigando qué es la nata vegetal; no muy saludable, en mi modesta opinión: grasas vegetales hidrogenadas, azúcar, estabilizantes, emulgentes etc. (miré los ingredientes de Ambiante topping). La ventaja es que no necesita nevera y es muy estable, incluso congelando. Y que es apta para veganos.
Crítica:
Les agradezco mucho a las profesoras que nos enseñaran todo esto, y su paciencia! Aunque estoy asombrada por la técnica y por los resultados, mantengo mi opinión algo crítica: resultan muy bien para niños, son dulces llamativos y coloristas, pero sigue lejos de mis gustos. Los colorantes y el uso general de aromatizantes y saborizantes preparados no me entusiasma. Me convencerían en una linea más natural, y pienso también en otros diseños.
De algo sí me di cuenta, y así se lo comenté a ellas: creo que la mitad del trabajo de una tarta como esta es pensar qué hacer y cómo.
Esta tarta no se ve por dentro, aún no la hemos probado, pero seguro que está rica. El bizcocho, un madeira sponge cake al caramelo, es pesado, pero va bien regado con almíbar. Insistieron en este punto, y en que hay otros bizcochos adecuados algo más ligeros. El relleno es nata vegetal con sabor y olor a leche merengada, una pasta de Home Chef (apta para celíacos). Estuve investigando qué es la nata vegetal; no muy saludable, en mi modesta opinión: grasas vegetales hidrogenadas, azúcar, estabilizantes, emulgentes etc. (miré los ingredientes de Ambiante topping). La ventaja es que no necesita nevera y es muy estable, incluso congelando. Y que es apta para veganos.
Crítica:
Les agradezco mucho a las profesoras que nos enseñaran todo esto, y su paciencia! Aunque estoy asombrada por la técnica y por los resultados, mantengo mi opinión algo crítica: resultan muy bien para niños, son dulces llamativos y coloristas, pero sigue lejos de mis gustos. Los colorantes y el uso general de aromatizantes y saborizantes preparados no me entusiasma. Me convencerían en una linea más natural, y pienso también en otros diseños.
De algo sí me di cuenta, y así se lo comenté a ellas: creo que la mitad del trabajo de una tarta como esta es pensar qué hacer y cómo.
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