Pastel de cebolla (alemán?)

Esta entrada tiene muchas etiquetas: es un plato salado y vegeteriano, tan fácil, barato y rápido como una pizza. De hecho, lleva masa de pizza.
 
Las cebollas que lleva este pastel, y eran dos cebollas grandes y jugosas, de lujo, salieron de la huerta de mis suegros. Seis euros, después de mucho trabajo y abono, se convierten en unos 30 k de cebollas magníficas. Huelen, saben, y son tan frescas que se pochan en su jugo, sin requemarse. Por no hablar de los ajos, muy sabrosos y sanos... lo que duran! También nos dieron pimientos de varias clases (morrón, Arnoia y de Padrón) y judías para el caldo, muy típicas de aquí.
 
 
La receta es un poco ropa vieja: iba a preparar masa para quiche, pero me decidí por la de pizza y congelé la mitad. En el robot compensa hacer cierta cantidad. Luego descubrí que el pastel de cebolla alemán (vi varias recetas) se hace con masa de pan, así que acerté.
 
 
 
Ingredientes del pastel de cebolla:
- 2 cebollas grandes del país (600-700 gr)
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- sal, pimienta blanca
- 1 huevo y 1 clara, o 2 huevos
- 150 ml de nata líquida
- Unas lonchas o trocitos de queso holandés, gouda o similar, también puede ser cheddar (20-30 gr, a gusto)
- Masa para pizza (200 gr)
 
Usé una bandeja de 20x30 cm. La del horno es demasiado grande.
 
Aprovecho para explicar la masa de pizza, hago la que viene con el recetario de My Cook: en el robot caliento 170 gr de agua y 30 gr de aceite, durante 30 segundos, 40º, velocidad 2. Añado la pastilla de levadura fresca y bato 30 segundos más a velocidad 4. Añado 350 gr de harina de fuerza y bastante sal (una cucharadita de café). Velocidad amasado 2 minutos. Hay que dejar reposar al menos media hora. Si se usa levadura granulada, basta un sobrecito, se echa con la harina. Para el pastel usé la mitad de esta cantidad.
 
Mientras reposaba, precalenté el horno a 180 grados y preparé el relleno.
 
Corté la cebolla en aros finos y rehogué en una sartén grande con el aceite, a fuego moderado y removiendo de vez en cuando. Añadí sal y pimienta molida. La cebolla no tiene que dorarse, sólo ablandar. Cogerá un color dorado pálido. Dejé que templara.
 
En un bol batí con un tenedor los huevos, la nata y un poco de sal. Troceé el queso y lo dejé aparte.
 
Extendí la masa con los dedos en el molde un poco engrasado con aceite, hasta que quedó cubierto el fondo más un reborde. Repartí la cebolla, eché el batido, que debe cubrir bien, y por último los trocitos de queso.
 
Estuvo en el horno una media hora; saldrá dorada, con algunos rabitos de cebolla tostados. La base debe estar algo tostada.
 
Crítica:
Está muy bueno! Sabe a cebolla, pero suave, al final el sabor se equilibra con el huevo, la nata y el queso. El olor es dulzón, pero también huele a queso. La masa es esponjosa y a la vez crujiente. Se puede tomar caliente o frío, está rico igual. Es algo más pesado que la pizza (natural, la nata...). Como está muy bien así, no creo que me anime a hacerlo light.
 
 
 




Comentarios