Merluza rellena de Simone Ortega

 
 
Vuelvo al conocidísimo libro 1080 recetas de cocina. Esta vez a por una receta de las de toda la vida, que (según mi madre) a veces preparaba mi abuela. Es de toda la vida pero un poco fina, con pretensiones... Este tipo de rellenos están algo pasados de moda, sobre todo para el pescado. Pero este es bastante suave y acompaña bien a una merluza grande y fresca, porque fresca tiene que ser, no merece la pena echar al horno un pescado que no sea entero y fresco.
 
Como invitamos sobre la marcha a una amiga, en el último momento me entró el pánico de la sal. Es decir ¿me habré pasado de sal? eso sería lo peor, pero ¿y si me quedé corta?No pasó eso, el relleno tenía algo de sal y el pescado también.
 
La farsa de esta merluza lleva champiñones rehogados en mantequilla. Esta vez campiñones de lata, algo imperdonable, si no fuera porque la receta es algo viejuna. En este caso los champiñones de lata están permitidos.
 
En la pescadería hay que pedir que saquen la espina central del pescado, pero que dejen la cabeza unida y limpia. No se resisten a hacerlo y el resultado es mucho mejor que en casa, desde luego menos manoseo.
 
Ingredientes:
- 1 merluza de 1.2 -1.5 k, con cabeza pero sin la espina central
- Miga de pan blanco (un puñado)
- 1/2 vaso de leche
- 1 huevo
- 1 cucharada de perejil fresco picado
- 1 lata de champiñones (o 125 gr frescos)
- 1/2 cebolla
- Mantequilla y aceite
- 1/2 vaso de vino blanco y agua
- Pan rallado
 
Calenté la  leche y puse a remojo la miga de pan. Piqué muy fina la cebolla y la rehogué en dos cucharadas de aceite, a fuego lento, con cuidado de que no se tueste. Escurrí y lavé los champiñones de lata. Más o menos la mitad los corté en dos y los puse en un cazo con un poquito de mantequilla y de aceite. Si son frescos, se lavan y trocean y se cocinan tapados. Batí el huevo y añadí el pan remojado en leche, la cebolla frita, los champiñones y el perejil picado.
 
Preparé una fuente para horno grande (tiene que caber la merluza estirada) con un chorrito de aceite, el resto de los champiñones enteros, el vino blanco con agua y unos pedacitos de mantequilla. Puse a calentar el horno a 180 grados.
 
Con la merluza abierta como un libro, coloqué el relleno en el centro, desde la cola a la cabeza, esta también. Cerré y cosí con hilo grueso y una aguja de lana. Puntadas largas y los extremos libres, sin anudar, para que luego sea fácil de quitar. Acomodé el pescado en la fuente y lo cubrí con pan rallado. Cuando el horno estuvo a punto, lo coloqué en la parte central. Estuvo media hora, aunque la receta dice 20 minutos. Para mi horno esto es un poco escaso.
 
Crítica:
Nos la comimos con patatas cocidas y mucha hambre, porque ya era tarde.
 
 


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