Sargo al horno, mejor que dorada
M. prepara el pescado al horno sobre patatas y cebolla fritas, y por encima unos trocitos de mantequilla y pan rallado. El pescado va entero, salado con generosidad.
La dorada es nuestra opción económica, es decir, dos doradas pequeñas de piscifactoría. Nada supera esto en economía, pero en sabor sí.
El sargo es nuestra segunda opción por precio. No es de piscifactoría. Está todo dicho. Es un pescado que, una vez hecho, es firme y jugoso. De hecho, se nota que se hace en su jugo. No resulta tan graso como la dorada, pero es más sabroso. Hoy estaba a 13 euros el kilo en la plaza, a veces algo más barato. Hay que pedirlo entero, limpio de vísceras pero con cabeza.
No hay mucho más que contar de esta receta... bueno, el horno debe estar a bastante temperatura, M. lo precalienta a 200º. Una pieza de medio kilo estará una media hora.
Ingredientes (para 2 personas que no se atiborren):
- Un sargo de medio kilo
- unos trocitos de mantequilla
- un puñadito de pan rallado
- 2 patatas y 1 cebolla pequeña
Primero, M. pone a calentar el horno a 200º. Pela las patatas y las corta en rodajas, como para tortilla, y la cebolla en aros. Fríe todo en una sartén pequeña. Escurre del aceite y acomoda esta guarnición en el fondo de una fuente de pyrex. Encima coloca el pescado salado por dentro y por fuera. No pone tomate, porque este pescado suelta bastante líquido, el tomate también, así que mala combinación.
Por encima pone trocitos de mantequilla y pan rallado. Lo mete en la zona central del horno. Programó 20 minutos, lo pinchó y lo dejó un ratito más. Por fuera está dorado y la carne, blanca.
Crítica:
El pescado al horno es muy agradecido, casi tanto como a la brasa, pero es más fácil de hacer.
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