Viva Portugal! (I)
Nuestro viaje cultural de fin de semana a Guimarães se convirtió en viaje gastronómico. En nuestra defensa diré que la cultura es cara, y cuando la ponen gratis en la calle resulta que estás comiendo o cenando. No tenemos la culpa de eso. Tampoco nos adaptamos muy bien a los horarios. Fuimos seis -tres parejas- y cuando no era por uno era por otro, o era la piscina.
Todo empezó en Braga. Al principio estábamos un poco tímidos. Cuando se viaja siempre se espera una clavada, y si es al principio te retraes... quizá para siempre.
Visitamos una librería-tienda-café que hay na avenida central, se llama Centésima página y está en la planta baja de la llamada casa Rolão. Es un edificio histórico (del XVIII) arreglado, pero no hasta relamerlo. Sólo arreglado. Conserva lo que hace que los viejos edificios se perciban como viejos.
El local hay que verlo (ver www.centesima.com). La librería es muy completa y cómoda, y tiene una cafetería donde ponen comidas y cafés con tartas. En la vitrina había galletas caseras, bizcocho de zanahoria, tarta California etc. Barata, incluso baratísima. No cierra a mediodía. El patio es una delicia. Está apartado de la calle, con el mobiliario justo, un estanque y muretes de piedra. Querría tener un negocio como éste, pero donde vivo no es posible. Cerraría a los dos días. Por qué? Yo me sé por qué...
Unas cervezas después... comimos en un café restaurante donde ya habíamos estado M. y yo, el Astoria, también en la plaza central, muy cerca del Café Brasileira. Las cosas son así, entra un poco de miedo y se repite. Teníamos un recuerdo correcto, de precios ajustados. Nos sorprendió porque el ambiente es agradable, y la relación calidad-precio muy buena. La comida también, si no, eso no sirve para nada.
Yo tomé una lubina pequeña asada con patatas panadera (o casi) con laurel, algo de cebolla y pimientos rojos y ensalada. El pescado muy bien hecho y muy bien de sal, algo que en Portugal es una alegría constante. Los demás tomaron alheira (que es una salchicha fresca y grande de carnes molidas, ésta de pollo y cerdo) con huevo frito y patatas, o arroz caldoso de pollo. Acompañamos con ensaladas de judías verdes, zanahoria rallada... curiosas.
Tardan un poco en servir, pero merece la pena. Va mucha gente a tomar el "menú ejecutivo" (no me acuerdo cómo es en portugués).
Otro día Guimarães.
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