Arenques con cebolla
Compré media docena de arenques ahumados en el mercado. A un precio escandaloso: dos euros. Es un producto nacional, nada exótico... Están enteros, con cabeza y tripa, por lo que tuve que descabezarlos y destriparlos. Los lavé un poco en agua fría y luego los sequé. Dividí cada uno en dos filetes, luego de quitar la espina central y las más gordas de los lados.
Corté cada filete en dos y acomodé las tiras en dos platos. Puse cebolla por encima cortada en aros finos, zumo de limón y un chorro de aceite. Así estuvo un par de horas.
Crítica:
Para mí no son tolerables... Como de todo, pero esto no me presta. El sabor es demasiado fuerte y queda un regusto a grasa de pescado. Ni pensar lo que será comérselos a palo seco.
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