Galletas de nata



Para ser auténticas, la nata debería ser auténtica: nata fresca producto de descremar leche de vaca no pasteurizada. La que antes se untaba en el pan y se espolvoreaba de azúcar. No confundir con las tarrinas de crème fraîche que ahora venden en algunos supermercados. No os hagáis ilusiones más bien, ninguna nata es como aquella.

Bueno, como no puede ser, usé nata líquida para montar. La receta original es una parte de nata, una de azúcar y dos de harina de trigo o "la que admita".

En la etiqueta añadí "Galicia" pero tampoco creo que sea exclusiva de aquí, supongo que se harían tradicionalmente donde abunde nata fresca. Donde yo vivo una famosa panadería-pastelería tuvo desde siempre galletas de nata parecidas a éstas.

Probé con 100 ml de nata, salen muy pocas para mi gusto. El grosor puede ser de medio a un centímetro... también al gusto de cada uno. Para los moldes que utilicé mejor finas porque son pequeños.

Ingredientes:
- 250 ml de nata
- 200 gr de azúcar (en mi caso, glas, ya la tenía molida, y pueden ser 250 gr, a gusto)
- 1 huevo (opcional)
- 250-300 gr de harina de trigo (lo que admita)

Usé un juego de moldes de galleta de formas pequeñas compradas en el bazar "Tú y yo".

Empleé la My cook, pero no es para nada necesario, es más, para cantidades pequeñas yo no la usaría.

Precalenté el horno a 180 grados.

Eché en el vaso la nata, el azúcar y la yema y mezclé 30 segundos a velocidad 4. Añadí la harina (primero 250 gr, luego un poquito más) y mezclé 10 segundos a velocidad 5. Luego amasé 1 minuto en velocidad amasado. Saqué del vaso a un cuenco y dejé reposar un cuarto de hora.

Extendí la mitad de la masa en un film de plástico, estiré con el rodillo hasta que tuvo medio centímetro de grosor y luego corté. Coloqué las galletas sobre la bandeja de horno cubierta con un papel. Las pinté con la clara.

Horneé 15 minutos. Mientras, preparé las siguientes. Puse las ya hechas a enfriar en la rejilla.

Crítica:
Son geniales para tomar con el café, sobre todo si se hacen del tamaño de dos bocados. Tiene que gustar la nata, claro. Porque es a lo que sabe. Es como la pannacota, o te gusta o no. La yema hace que no queden tan duras, tan hechas. Las primeras las hice sin huevo y se nota.



Comentarios

  1. Te han quedad genial, yo tambíen preparé unas y las subí a mi blog aunque son un poco distintas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Uf,es que hay muchas recetas parecidas. Seguro que tus galletas salieron muy ricas, ya visitare tu blog. Un saludo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario