Pollo a la cazadora



El pollo, incluso el de corral, es barato. Por eso yo prefiero comprar un pollo grande, entero, de 2 k o así. Lo corta la carnicera en trozos, si quiero. Yo no pido que le quite la piel, prefiero desgrasar luego la salsa. En casa, le quito la grasa amarilla. Hago una limpieza a fondo. Lo que no me gusta es trocearlo, lo hago fatal. Tanto toquetear carne cruda -casi siempre demasiado blandengue para ser de pollo auténtico- me pone mala.

Debido al buen precio que tiene el pollo, a veces me complico la vida... si se guisa en vez de usar el horno, no sólo se ahorra energía, también se mancha menos.

Descubrí hace poco los asados en cocotte. Unen el dorado que da la fritura rápida con el asado a fuego lento. La carne siempre queda bien hecha y la salsa especialmente sabrosa. Me apetecía hacer este plato sobre todo por el nombre, "a la cazadora", encantador... Hay un "conejo a la cazadora" en el Manual de cocina de la Sección femenina (1960) que tiene en común la salsa de tomate.

La receta es una interpretación del pollo alla cacciatora propuesta por Jamie Oliver en "La cocina italiana de Jamie". Digo versión, porque uso tomate natural (algo más de medio kilo) y aceitunas verdes con hueso con sabor a tomillo y romero que venden en Mercadona; el vino no es Chianti, lo sustituí por un mencía joven, quizá un sacrilegio...

Ingredientes:
- 1 pollo grande cortado en cuartos
- sal y pimienta negra molida
- laurel (yo puse dos hojas)
- 1 rama de romero fresco
- 3 dientes de ajo
- 1/2 botella de vino tinto
- harina
- aceite de oliva
- 6 filetes de anchoas (yo puse sólo dos, me asusté)
- un puñado generoso de aceitunas verdes
- 700 gr de tomate natural (o 2 latas de 400 gr de tomate entero, yo usé medio medio)

Usé la cocotte que uso poco.

Primero sazoné el pollo con sal y pimienta y lo puse a marinar con el laurel, el romero, un diente de ajo machacado y el vino. Al menos una hora, yo lo dejé dos horas.

Escurrí y sequé con papel de cocina los trozos de pollo, guardando la marinada. Puse un fondo de aceite en la cocotte y doré los trozos de pollo, pasados por un poco de harina. Para que se doren bien hay que ir poco a poco, si se echa mucho a la vez baja la temperatura y empiezan a cocerse.

En la cocotte (sin el pollo) doré dos dientes de ajo fileteados, y añadí los filetes de anchoa, las aceitunas y los tomates pelados y en trozos. Para pelarlos hay que escaldarlos, cuando no tengo paciencia los pelo en frío como si fueran manzanas. Un desperdicio. Esta vez los escaldé.

Volví a poner los trozos de pollo y la marinada. Puse la tapa y a cocer a fuego lento durante una hora y media, si se quiere una salsa espesa. Si se escoge el horno, también se deja hora y media, una vez alcance 180 grados.

Una vez fuera del horno o ya apagado el fuego, se deja reposar un poco. Así se puede eliminar el exceso de aceite que flota en la salsa. Se quitan las hierbas.

Se puede acompañar de patatas cocidas o al horno. Para esto yo uso patata nueva grande, con piel, partida en dos, y previamente cocida. Para acabar al horno las dejo un poco duras, las acomodo en una bandeja y les pongo un poco de aceite y romero por encima. Se dorarán a la vez que el asado.

Jamie Oliver recomienda un acompañamiento de ensalada o de judías blancas cannellini.

Esta vez, yo, ni una cosa ni la otra. Acompañamos el pollo con judías verdes cocidas que nos habían sobrado de otro día.

Crítica:
Es una comida fuerte, suculenta y con los contrastes propios de la cocina italiana: ácidos (aceitunas, tomate) y salados (anchoas). La salsa sabe a vino tinto, es diferente a hacerla con vino blanco.

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