Msemmen marroquí (cena con té)

No es muy buena foto, pero comemos muy deprisa para sacarlas mejores

A pesar de su nombre perturbador, es un plato inocente, sencillo y muy reconfortante para desayunos y meriendas.

Se llama también pan de pañuelo (porque se le da forma redonda y luego se dobla en tres). Lo comí en Marrakech, para el desayuno, pero supongo que se tomará en todo el país.

Es hojaldrado y al no llevar levadura, engañosamente ligero. Está envuelto en mantequilla.

Requiere un amasado largo (al menos diez minutos) pero con la My cook todo se arregla.

Ingredientes:
- 250 gr de sémola de trigo muy fina (la hay en paquetitos marca Nomen)
- 250 gr de harina de trigo
- 200 ml de agua
- 1 cucharadita de sal
- mantequilla y aceite de girasol

Puse todos los ingrediente en el vaso (menos aceite y mantequilla), reservando 50 gr de sémola. Amasé 3 minutos. Luego hice una bola, la envolví en aceite de girasol y dejé reposar 1 hora.

Fundí la mantequilla (una cucharada colmada) y la meclé con aceite a partes iguales.

Dividí la masa en seis bolas. Para que las tortas resulten hojaldradas hay que doblarlas de cierta manera. Primero se unta la superficie de la mesa con mantequilla meclada con aceite. Se estira una bola con los dedos como si fuera pizza, en forma de rectángulo, con cuidado de que no rompa. O sea, paciencia. Se unta de mezcla de mantequilla y aceite. Por el lado largo, se dobla un tercio hacia dentro, luego el otro tercio. Se espolvorea de sémola. Se doblan los tercios laterales hacia el centro. Se deja reposar, mientras se hacen las otras bolas. También se pueden estirar en forma redonda y doblar dos partes hacia dentro. Se deja reposar todo 10 minutos. Se aplasta cada con el rodillo. Quedan más finas de lo que parece cuando se doblan.

Calenté unas gotas de aceite en la sartén. Doré la torta por cada lado.

Crítica:
Es para hacer con calma y a poder ser amor. Llevan su tiempo. Para un desayuno, imposible, salvo que se dejen preparados en la nevera, listos para pasar por la sartén. O que se tomen recalentados.

Tomamos tres para cenar con alcachofas en aceite (caseras), queso feta y miel, con té.

Al día siguiente hice las otras tres. Me apetecían más dulces, así que fundí en una sartén grande un trozo de mantequilla y una cucharada sopera de miel. Añadí hojitas de romero. Bañé cada torta por cada lado. Éstas son las que se ven en la foto.

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