Ternera asada á galega

Por fin me sale bien... Qué cosa más tonta, ser de aquí y no saber preparar carne asada.

En mi casa no se hace, tenemos aquí una explicación. La etiqueta de familiar es un poco falsa. Es una preparación sencilla, aunque tampoco diría yo que para principiantes.

Lleva tiempo. La carne debe ser buena, claro, aguja o algo así. Cortada en trozos grandes, por ejemplo, seis o siete buenos trozos que pesen en total 1,5 k.

Un amigo francés, al verla en la cazuela, dijo que le recordaba al beuf bourguignon. Le expliqué que no estaba hecha en vino tinto, sino en vino blanco, porque aquí no se cocina con vino tinto. ¿Por qué? preguntó. Porque sí, contesté.

Aunque se llame asada, aclaro, no se hace en el horno, sino en cazuela.

Ingredientes:
- 1,4 k de ternera (aguja) en seis trozos
- 2 cebollas grandes
-1 vaso de vino blanco
- 3 dientes de ajo
- perejil fresco (poco)
- 2 clavos de olor
- aceite de oliva
- sal

Media hora antes, se sala la carne, y se envuelve en ajo laminado en trozos gruesos y perejil picado.

Se pica las cebollas en gajos finos o trozos (yo en la my cook).

Se rehogan a fuego lento en la cazuela ancha y baja, con bastante aceite, hasta que tomen color marrón, sin dorarse demasiado. Con una espumareda se aparta a un cuenco.

Se calienta bien el aceite y se doran los trozos a fondo, yo no puse más de tres  juntos para que no se recuezan. Cuando estén todos, se acomodan en la cazuela con la cebolla, los clavos de olor, un poco más de sal y el vino blanco. Si hace falta para cubrir la carne se puede añadir hasta un vaso de agua. Cuando levanta el hervor, se baja el fuego al mínimo y se tapa. Como mi cocina es de gas, tuve que poner la cazuela en el fuego pequeño y al mínimo.

Estuvo cociendo dos horas. ¡Dos horitas! Le di la vuelta a los trozos un par de veces. Tiene que quedar muy tierna.

La salsa está bien así, pero también se puede triturar.

La acompañé con patatas pequeñas cocidas con una hoja de laurel, en mitad agua, mitad salsa de la carne, en un cazo. Convencí a mis invitados de que pusieran un trozo de pimiento asado encima.

Crítica:
Es muy agradecida. Los clavos enriquecen el aroma, y la salsa, con gelatina y grasa, es suculenta. Para mojar. Las patatas son una bomba de calorías, supongo.
La preparé un miércoles y nos la comimos un sábado. Fría, parecía haberse endurecido, pero por suerte para mí no. Al calentar se queda como debe estar. No hay fotos, cuando me acordé ya nos la habíamos comido.


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